No existe algo tan seguro como que todos vamos a morir, algún día, y en el trayecto de nuestra vida perderemos con seguridad, varios de nuestros seres queridos, parientes, amigos, amores, etc. Con cada una de esas pérdidas sentimos que una partecita de nosotros, de nuestro corazón, esa parte que ocupaba esa persona, pareciera quedar sin uso.
Al mismo tiempo, a lo largo de nuestro camino, hay personas que no conocemos personalmente pero que por ser celebridades sentimos como si así fuera y pasan también a formar parte importante de esa vida que recuerdas, de momentos especiales, porque su canción te acompañó durante un momento especialmente doloroso o feliz, porque su película te permitió conocer un lugar que de otro modo nunca hubieras conocido, porque su libro te hizo transportarte a mundos imaginarios, etc.
No recuerdo si ha habido otros años en los que hayan partido tantos famosos de esos que te marcan como en este año
2014.
El primero en partir fue
Phillip Seymour Hoffman en los inicios de febrero, la cual me marcó mucho ya que era un gran actor, joven, que estaba trabajando actualmente en una de mis sagas favoritas "
Hunger Games" y fue totalmente imprevisto y trágico. Muchas fueron las películas en las que disfruté su grandioso ingenio.
Luego, a mitad de febrero, un fallecimiento en cierto modo previsible pero no por eso menos doloroso:
Simón Díaz, el "Tío" de todos los venezolanos. Mi infancia estuvo marcada por su programa de TV y su música siempre estuvo en un alto lugar de mis preferencias. Tuve el honor de verlo en concierto, de asombrarme en vivo de su amplia capacidad de improvisación, su carisma, sencillez y talento. Mi canción favorita del género llanero es definitivamente su canción
Mercedes y adoro su
Tonada de Luna Llena. Una verdadera lástima que su partida tuviera que darse justo en un momento difícil de nuestro país en el cual no pudo recibir los honores necesarios, aunque algunos dicen que así de sencilla como fue su vida, fue su despedida. Un grande como él, será recordado por generaciones.
Otra partida que sabíamos que sucedería pronto pero que dejó muchos sinsabores por todo el cariño que inspiraba fue la de
Gustavo Rodríguez. Cómo olvidar su papel en una de mis películas venezolanas favoritas:
Domingo de resurrección. Además sus papeles en súper reconocidas telenovelas y teatro. Uno de esos actores únicos e inolvidables.
Y el mundo de la literatura fue también golpeado tras la partida de
Gabriel García Márquez. Seguramente uno de los más grandes de esta época y una referencia para cualquiera que quiera adentrarse en el fabuloso mundo de la lectura/escritura. Sus libros fueron lectura obligada en el colegio pero gracias a su
Relato de un náufrago, no todas estas lecturas fueron una carga sino que en este caso fue una diversión y una introducción al fabuloso mundo de los libros.
El siguiente en la lista era nada más y nada menos que mi actor favorito de toda la vida. No puedo recordar cuál fue la primera película de él que vi, quizás
Mrs. Doubtfire o Aladdin, lo que sí sé es que no necesité ver muchas para tomar esa decisión. Quizás fue por su capacidad de hacerme reír y también llorar no sólo de tristeza, sino también de felicidad. También pudo haber sido por esa mirada tierna que siempre reflejaba un dejo nostálgico, porque en muchos de sus papeles representaba a mi ideal de pareja, alguien gracioso, sentimental, de nobles sentimientos, alegre, paternal y capaz de hacer cualquier cosa por sus amores, por su familia. Lo cierto es que la partida de
Robin Williams me dejó un vacío inmenso, por lo inesperado, porque no era necesario, por la manera de irse, por saber que ya no podré seguir disfrutando de su talento, por todo. Mi película favorita "
What dreams may come" habla sobre el lugar que está dedicado en el más allá a los suicidas, y no es nada bonito, así que para él sólo deseo una eternidad en la cual pueda hallar la paz que no pudo conseguir en vida.
Por último, la más reciente pérdida,
Cerati. Él realmente había partido hace unos años atrás, pero hace dos días su cuerpo al fin decidió ir a acompañar al resto de su ser. En ese mayo de 2010, tras un concierto genial que se realizó en la USB, nadie pudo imaginar que al despedirse de todos los que asistimos estaba también despidiéndose de su vida como la conocía y que seríamos su último público.
Aún cuando su trabajo como solista no era de mis favoritos, una de mis canciones favoritas,
De música ligera, era de su época en la banda Soda Stereo, por eso y porque a mi esposo sí le encantaban sus discos post Soda, fue que decidí ir esa noche, histórica.
Espero y deseo que en paz descansen todos y ojalá que al menos por este año no tengamos más pérdidas similares.